"Por entre unas matas,
seguido de perros, —no diré corría—,

volaba un conejo.

De su madriguera salió un compañero y le dijo:

«Tente, amigo, ¿qué es esto?»

«¿Qué ha de ser? —responde—;

sin aliento llego...

Dos pícaros galgos me vienen siguiendo».

«Sí —replica el otro—, por allí los veo...;

pero no son galgos».

«¿Pues qué son?» «Podencos».

«¿Qué? ¿Podencos dices?

Sí, como mi abuelo.

Galgos y muy galgos; bien visto lo tengo».

«Son podencos, vaya, que no entiendes de eso».

«Son galgos, te digo».

«Digo que podencos».

En esta disputa llegando los perros, pillan descuidados a mis dos conejos."

Los que por cuestiones de poco momento dejan lo que importa, llévense este ejemplo:

No debemos detenernos en cuestiones frívolas, olvidando el asunto principal.


Tomás Iriarte,

Escritor español nacido en 1750 considerado, junto con Félix María de Samaniego, uno de los fabulistas más importantes del siglo XVIII .